La percepción dentro del grupo aula

15.12.2019

SENTIDOS INTERNOS

Su función consiste en que todos los miembros del grupo puedan transformarse en observadores y conocedores de los actos y pensamientos que existen acerca de todos los componentes del grupo y sus relaciones. ¿De qué manera el sistema grupal recibe la información de su estado interno? Todos los miembros del grupo participan de esta función, que requiere una correcta emisión desde todos sus puntos críticos, así como una buena capacidad de recepción. La naturaleza de las relaciones entre los miembros del grupo en cada momento será determinante para que la información sobre los estados internos, pueda generar conocimiento, almacenarlo en la memoria grupal y por tanto, capacidad para definir Estados deseados.

Teniendo ésto en cuenta, podríamos decir que la diferencia entre las señales emitidas desde dentro del sistema, que informan sobre su estado y las señales que han sido percibidas, nos indica el grado de "autoescucha" que existe en la grupo.

La información pertinente puede referirse al estado de salud de los miembros del grupo, los problemas que tienen en su relación, el cumplimiento o no de las expectativas comunes etc.,

Primera sesión: La correcta emisión de señales internas. El diálogo.

"El clima grupal" puede entenderse como la suma de "supuestos colectivos, intenciones compartidas y creencias de grupo". Cuando el grupo avanza en el diálogo, los participantes perciben un cambio en el "clima o la atmósfera grupal" que procede de su comprensión colectiva, ya que los canales se abren, hay autoescucha, estimulación, desaparecen los prejuicios y la ansiedad emocional, surge la conciencia grupal y aparece el estado de flujo por todo el sistema mental del aula.

FASE I. CLIMA INESTABLE. (PERCEPCIÓN GRUPAL)

Se trata de reunir al grupo en un espacio y disposición en la que todos puedan observarse y participar, la intención puede ser espontánea o surgir previa información por parte de algún miembro del grupo, que propone un tema a tratar, al resto. 

Sobre el tema en cuestión hemos de fijarnos en la vasta gama de diferencias de perspectiva. En ese momento conviene inducir la necesidad de todos de considerar el grupo como algo que incluye observadores y observados.

Cada uno enfrenta aquí una paradoja crítica: nos proponemos entablar un diálogo, pero no podemos forzarlo.

El grupo puede tratar de Converger de dos formas muy diferentes. Si la gente empieza a defenderse, sorteando los datos que debilitarían su percepción, el grupo se desplaza hacia la discusión improductiva. El proceso mental se estanca en ese momento y se entra en la discusión y el desmembramiento.

Si el grupo permite surgir los datos que generan el conflicto, y el razonamiento que respalda cada posición, se desplaza hacia la discusión productiva, hacia el diálogo. Este último es el objetivo a lograr. Para ello necesitamos la generación de un clima frío, de baja intensidad emocional.

David Bohm ha comparado el diálogo con la superconductividad. Los electrones enfriados a muy baja temperatura actúan más como un todo coherente que como partes separadas. Eluden obstáculos sin chocar entre sí, sin crear resistencia y generando alta energía. Sin embargo, a temperaturas mas elevadas comienzan a actuar como partes separadas, dispersándose en un movimiento aleatorio y perdiendo impulso.

¿Como se consigue esto? utilizando mecanismos que den relevancia a los datos y el razonamiento, más que a las impresiones o suposiciones.

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